Vistas de página en total

Estáis en el blog de Amalia, espero que os resulte útil y sirva para conocer este mundo un poco más.

Si estáis interesados en conocimientos informáticos pincha sobre INFORMÁTICA.

Si queréis hacer ejercicios de memoria pincha en ATENCIÓN Y MEMORIA

Para pasar un buen rato leyendo cuentos pincha en CUENTACUENTOS

miércoles, 6 de abril de 2011

CUENTACUENTOS: "EL CUENTO DE LA PUERTA QUE NO SE PODÍA ABRIR"

El cuento de la puerta que no se podía abrir”
Érase una vez que se era, una puerta que no se podía abrir. Gentes de todo el reino habían acudido a
la alta colina hechizada para intentarlo, pero habían tres guardianas y dos guardianes que vigilaban
la puerta color arcoiris. Un día de mucho calor, los dos guardianes se cobijaron en la sombra de un
árbol y se quedaron dormidos. Las guardianas, dudaron en aquel momento si abrir o no la puerta,
puesto que siempre se les había dicho que algo terrible podía ocurrir. Pero para su sorpresa
encontraron algo que nunca habrían imaginado y ¡pegaron un grito!. Salió de detrás de la puerta un
payaso riendo y riendo. El payaso, de tanto reir casi ni podía hablar. Las guardianas no paraban de
preguntar: ¡¡¿qué hay?!!...¡¡¿de dónde viene señor payaso?!!..¡¡díganos, señor payaso!!. Se le ve
tan feliz. Cree...que sería posible...que quizás... y en un abrir y cerrar de ojos las guardianas se
convirtieron en gráciles cigüeñas con botas militares que se reían sin parar al ver que los guardianes
habían sido convertidos en alegres colibrís, que canturreaban y saltaban junto a las cigüeñas. En ese
instante decidieron prender vuelo hacía un lugar mágico que se encontraba en el corazón de
África...y así, volaron y volaron sin parar. Y llegarón al Gran Lago, lleno de animales exóticos y
con miles de colores, todos y cada uno de esos sonidos generó una gran alegría en los guradianes y
estallaron en un gran aplauso de emoción desmedida.
Las guardianas, en cambio, prefirieron ir a bucear al lago y allí también se rieron mucho y
disfrutaron un montón, sobretodo al ver como los peces tomaban el sol a la orilla y los monos
saltaban, desde lianas, al agua.
Tanta fue la alegría que decidieron instalarse allí para vivir para siempre y desde aquel día
decidieron que las casas no tendrían puertas y así jamás una puerta ocultaría un gran secreto.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario